A veces, un lunar que cambió de aspecto, una lupia (quiste sebáceo o lipoma) que creció, o cualquier otra lesión cutánea puede generarte preocupación estética, incomodidad física o la necesidad de una evaluación médica. La resección de lunares o lupias es un procedimiento quirúrgico menor, muy preciso, que nos permite eliminar estas formaciones de forma segura y efectiva, dejando tu piel más uniforme y saludable.
Este procedimiento implica la extirpación de la lesión bajo anestesia local, garantizando tu comodidad durante todo el proceso. Una vez retirada la lesión, se realiza un cierre cuidadoso de la piel para minimizar la cicatriz. Nuestro compromiso es evaluar cada caso con el máximo cuidado, explicando el proceso en detalle y asegurando que te sientas cómodo y tranquilo. Buscamos resultados estéticos y armónicos, con el objetivo de que te sientas más seguro y feliz con tu piel.