El paso del tiempo y otros factores pueden dejar su huella en el rostro, generando flacidez, arrugas profundas y pérdida de volumen que nos hacen ver cansados. El lifting facial, o ritidectomía, es una cirugía diseñada para reposicionar los tejidos profundos, tensar la piel y los músculos del rostro y el cuello, y eliminar el exceso de piel. El objetivo es lograr un rejuvenecimiento natural y duradero que te devuelva la frescura y vitalidad, sin alterar tus facciones.
Este procedimiento nos permite corregir la flacidez en mejillas y línea de la mandíbula, reducir los surcos nasogenianos y las líneas de marioneta, y mejorar el aspecto del cuello para eliminar la papada o las bandas de flacidez. Mi compromiso es entender tus expectativas para diseñar un plan a medida, buscando siempre un aspecto más joven y descansado, pero respetando la armonía de tu rostro. Te acompañaré en todo el proceso, desde nuestra primera charla hasta tu completa recuperación, asegurándome de que te sientas seguro y respaldado para lograr el resultado que deseás.